Efesios
2:8-13 (Reina-Valera 1960)
8 Porque por gracia sois salvos por medio de la
fe; y esto no de vosotros, pues es don
de Dios; 9 no por obras, para que nadie
se gloríe. 10 Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas
obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas. 11
Por tanto, acordaos de que en otro tiempo vosotros, los gentiles en cuanto a la
carne, erais llamados incircuncisión por la llamada circuncisión hecha con mano
en la carne. 12 En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía
de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el
mundo. 13 Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais
lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo.
Quiero iniciar esta semana con una disculpa a
todos los lectores por no haber publicado nada desde hace varios días. Estaba
de vacaciones el fin de semana sin acceso a Internet y por eso no pude subir el
blog; pero si Dios lo permite hoy volvemos a la normalidad.
Hoy vamos a ver un pasaje sobre salvación que debería,
cada vez que lo leemos, darnos seguridad inamovible sobre nuestra salvación y
en que se basa.
Primero vemos en el versículo 8 que somos salvos
por GRACIA. Dice también que no es por méritos propios, más bien es un regalo
de Dios. Que maravilloso saber que siendo pecadores inmerecedores de perdón,
Dios nos ama tanto que solo por su propia voluntad nos regala la salvación.
Ahora, en el versículo 9 nos dice que no es por
obras para que nadie se gloríe. Esto es muy importante para todos aquellos que
queramos mantener una sana doctrina por dos razones. En primer lugar, la
salvación no es por obras es por gracia. Esta afirmación derrumba completamente
la creencia católica que la salvación si es por obras. Te pregunto ¿Cómo pueden
algunos decir que la salvación es por obras cuando la Biblia dice lo contrario
de manera textual? Además, si la salvación fuera por obras, entonces, para que
Jesús murió en la cruz y sufrió el calvario ¿para qué lo recordáramos con
desfiles y películas una vez cada año? No creo. Jesús es Dios y Él no
necesitaba ese sufrimiento para hacerse famoso.
En segundo lugar, estos dos versículos también
contradicen la teoría de que la salvación se pierde. Primero vemos que la
salvación es un regalo que Dios nos da, por lo tanto él no lo quita. Y en
segundo lugar dice que no es por obras para que nadie se gloríe. Si la
salvación se perdiera, entonces la única manera de no perderla son mis obras o
mis actos. Esto elimina la gracia de Dios, porque entonces ya no sería por su
amor y compasión, si no por lo que yo logre hacer. Además, ¿cómo podemos medir
cuales obras son buenas o cuales no y cuáles serían los parámetros de Dios para
medir si me “gane” o no la salvación?
Ahora, el versículo 10 lo que dice es que somos
creados por Dios para andar en buenas obras, ósea, cuidar nuestro testimonio.
Estas obras ya Dios las había establecido desde antes (sus parámetros). Pablo
lo que dice acá es que nosotros debemos mantener buen testimonio para agradar a
Dios y también para que otros vean a Jesucristo reflejado en nosotros.
Ahora bien, Pablo nos habla en los versículos
anteriores de las maravillas de la gracia de Dios y como esta fue regalada a
nosotros. Pero, en los últimos tres versículos (11 – 13) nos hace un llamado a
recordar de dónde venimos y lo que éramos antes de recibir el regalo de la
salvación.
Muchas veces en nuestra vida hacemos lo mismo que
Pablo nos pide recordar. Muchas veces, cuando estamos bien entonces nos
olvidamos de dónde venimos y de donde nos rescató Dios. Y lamentablemente, a
veces debemos morder el polvo para volvernos a nuestro Señor y recordar que sin
El no somos nada.
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la salvacion regalo inmerecido de Dios, perro que tenemos que cuidarla, a Dios toda la gloria y honra.
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